El murciélago nacido de la simiente de Quetzalcóatl fue el mensajero de los dioses creadores del mundo mesoamericano en tiempos prehispánicos, como cuenta una leyenda mexica:
«Se encontraba Quetzalcoatl a las orillas del río lavándose,
cuando tocó con sus manos su miembro viril y echó de sí la
simiente, la cual fue arrojada encima de una piedra, dando
así nacimiento al murciélago, el cual fue convertido de
inmediato en el mensajero de los dioses, inmediatamente
Quetzalcoatl lo envió a morder la vulva de Xochiquetzal diosa
de las flores y la fertilidad, patrona de las labores domésticas
y de las cortesanas, dando con esto origen a la menstruación
femenina, el murciélago llevó el bocado ante Mictlantecuhtli
quien lo lavó y del agua que caía surgieron plantas de
fabuloso aroma y encendido color llamadas cempoalxochitl«
Mito de Quetzacóatl hace alusión a la fertilidad
El mito anterior es un referente de interpretación social sobre el acto de la fertilidad que se recrea todos los días en todas las cuevas subterráneas de Mesoamérica.
Por ejemplo en la peninsular de Calakmul donde la espesura de la selva disimula un profundo agujero de donde brota diariamente, cuando se oculta el sol, un gran remolino negro formado de miles de murciélagos.
Son habitantes del inframundo, los mensajeros territoriales de Quetzalcóatl símbolo y representación de la dualidad vida-muerte, la fertilidad terrestre y la divinización del acto mismo de la creación.

Leyenda de Quetzalcóatl
Con información del Arqueólogo Jacobo Mugarte Moo.