Leydy Pech, indígena maya que ha luchado en contra de los cultivos de soya transgénica en Campeche y ha logrado que la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) suspenda las siembras de Monsanto, es una de las ganadoras de este año del Premio Goldman, el equivalente al premio Nobel en medio ambiente.
Esta presea reconoce cada año a los héroes medioambientales de cada una de las seis regiones continentales habitadas del mundo, honrando los logros y el liderazgo de los activistas medioambientales comunitarios.
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Leydy Pech, de 55 años, apicultora en un colectivo de mujeres mayas, reunió en 2012 a apicultores, ONG y ambientalistas en una coalición conocida como Sin Transgénicos (Sin OGM) con el fin de evitar la siembra de soja transgénica en el Estado de Campeche, donde 25,000 familias, especialmente dentro de las comunidades indígenas mayas, dependen de la producción de miel para su sustento.
Protecting Mexico’s bees, forests, and Mayan traditions, Leydy Pech’s coalition stopped a harmful GMO soybean invasion. #GoldmanPrize https://t.co/moA3mAlzI3
— Goldman Prize (@goldmanprize) November 30, 2020
Lo anterior, luego de que en 2012 el gobierno federal otorgara permisos a la empresa Monsanto (ahora propiedad de Bayer) para plantar soja transgénica en siete estados mexicanos, incluidos Campeche y Yucatán, sin consultar a las comunidades locales.
Tras el permiso otorgado por el gobierno mexicano se evidenció que los cultivos transgénicos contaminaban la miel local en Campeche, representando una amenaza al suministro de alimentos, el medio ambiente y los medios de vida de las comunidades mayas.
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En Campeche, 25 mil familias, especialmente dentro de las comunidades indígenas mayas, dependen de la producción de miel para su sustento. «La apicultura también es parte integral de la cultura maya y un factor clave en la protección de los bosques de Campeche», indica el informe Goldman.
Fue hasta noviembre del 2015 cuando la Corte Suprema, en respuesta a la demanda interpuesta por la coalición, dictaminó por unanimidad que el Gobierno tiene el deber de consultar a las comunidades indígenas antes de plantar soja transgénica.
Finalmente en el 2017, la coalición Sin Transgénicos (Sin OGM) logró que el Servicio Agrícola y de Alimentos de México revocara los permisos que tenía Monsanto para cultivar soja modificada genéticamente en siete estados, incluidos los estados ya mencionados de Campeche y Yucatán.
Con información de La Jornada, El Economista, Aristegui Noticias.